San Juan, testigo privilegiado de la pasión


Persona muy importante en los escritos, gran acompañante de María en sus penas y dolores, y observador privilegiado de los momentos de la pasión. Hablamos de una de las imágenes más importantes de la semana grande, hablamos de San Juan Evangelista, una imagen muy utilizada durante la Semana Santa, de tal importancia que incluso llega a formar parte de algunas hermandades como titular oficial. Tiene su principal papel protagonista como acompañante de las dolorosas, pero no es difícil encontrarlo en los misterios o en los altares y retablos de las diferentes iglesias de la capital. Es sin duda el apóstol más importante de los doce, el que cuenta con mayor presencia y el más conocido, algo que podemos apreciar al observar que, a diferencia del resto, su imagen está divinizada con una corona dorada de menor tamaño que se posa sobre la cabeza de la imagen, rasgo que lo destaca sobre el resto de apóstoles. Todas sus representaciones siguen el mismo esquema, hombre joven, delgado, de pelo medio largo y barba recortada o incluso bigote fino y perilla, además de su vestidura verde y roja en tonos oscuros, rasgos que lo diferencian del resto, además de portar esa corona a la que hicimos referencia. Es quizás la imagen que más parece sentir los momentos de la pasión, ya que sin tener un papel protagonista, es un observador privilegiado de esa pasión de Jesús por las calles de Sevilla. Existen representaciones de San Juan muy diversas, de diferentes tipos, estilos y autores, y hoy aquí, en Arte de Pasión, conoceremos y analizaremos las más importantes.
Al pensar en la imagen de San Juan y lo que representa, automáticamente lo imaginamos acompañando a una dolorosa bajo palio, debido a que él era el apóstol más cercano a Jesús y a la Virgen María, y es quizás en este lugar donde su figura cobra más importancia. De todos los palios que procesionan por las calles de Sevilla, son muchos los que cuentan con un San Juan acompañando a su dolorosa, y muchas de estas hermandades lo tienen incluso como imagen titular, veamos cuales son. Una de las representaciones más populares de este apóstol acompañando a la virgen es sin duda el San Juan que acompaña a Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, de la hermandad del Gran Poder, imagen realizada por todo un ilustre imaginero como Juan de Mesa, en 1620 y muy recientemente restaurada. También vemos esta talla de San Juan acompañando a María Santísima de la Amargura, realizado por Benito de Hita y Castillo, en 1760, imagen de rasgos sencillos que destaca por acompañar a una de las dolorosas más populares del Domingo de Ramos, día en el que María Santísima de los Dolores y Misericordia de la hermandad de Jesus Despojado también es acompañada por este apóstol, realizado esta vez por Juan González Ventura en 1981. Nuestra Señora del Dulce Nombre también es acompañada por un San Juan, obra de Castillo Lastrucci en 1924, imagen muy conocida esta en la semana santa por la Virgen a la que acompaña. El Jueves Santo vemos a Nuestra Señora de la Merced de la hermandad de Pasión junto a San Juan, realizado este por Gabriel de Astorga en 1862. En la hermandad del Silencio, María Santísima de la Concepción es acompañada por un San Juan de talla anónima y gran ejecución, modificado en la segunda mitad del siglo XVIII por Cristóbal Ramos. El último San Juan que acompaña a una dolorosa bajo palio lo encontramos junto a Nuestra Señora del Sol, y además es el más reciente, realizado por José Manuel Bonilla Cornejo en 2009. Otras hermandades como San Gonzalo, poseen a San Juan como titular, en este caso uno realizado por Luis Ortega Bru en 1977, pero este no procesiona en el cortejo.

En los pasos de misterio, la imagen de San Juan también está muy presente, son muchos los que cuentan con la imagen de este apóstol en la representación de la pasión. Uno de los más importantes, famosos y de mejor ejecución y talla de todos ellos es sin duda el San Juan Evangelista que aparece en el misterio de la Sagrada Lanzada, de autor anónimo, aunque atribuida al taller de Pedro Roldán en torno a 1703. También vemos a este famoso apóstol en el misterio de la Borriquita y en el misterio de la Cena, obra este de Luis Ortega Bru, autor también del San Juan que aparece en el misterio de Santa Marta. En el misterio del Santísimo Cristo de las Aguas también aparece, al igual que en misterio del Beso de Judas y en el del prendimiento de los Panaderos, ambos de Castillo Lastrucci. También en el misterio de Montesión, en la Quinta Angustia, el misterio del Carmen Doloroso, el misterio de la Carretería, en el de Siete Palabras y en el misterio del Santísimo Cristo de las cinco llagas de la hermandad de la Trinidad. Es una imagen que además, está presente en muchos pasos como parte del entorno decorativo, del canasto, como podría ser en el paso de Nuestro Padre Jesús de la Salud de los Gitanos, donde aparecen los cuatro evangelistas incluido San Juan, todos realizados por Francisco Buiza Fernández, autor que también realizó a los otros cuatro que vemos en los costeros del paso del Cristo de la Sangre de San Benito. Pero sin duda, el San Juan que más destaca en este ámbito es el pequeño San Juan realizado por Francisco Ruiz Gijón que aparece en el canasto del paso del Cristo del Museo, de un gran valor artístico. Son imágenes que pese a su pequeño tamaño, también tienen presencia en la Semana Santa. La imagen de San Juan, es por tanto una imagen de gran belleza y de gran importancia, ya que como hemos visto, un gran número de hermandades la utilizan para dar realismo a sus misterios y palios, además destaca por el hecho de ser una imagen necesaria en muchos casos, por lo que podríamos decir que se trata de un protagonista secundario. Y con esto damos el repaso de la figura de San Juan Evangelista en la Semana Santa de Sevilla.

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