Una cena de pasión

Es sin duda uno de los misterios más bellos que desfilan por las calles de Sevilla. Hablamos del misterio de la cena, el primero de los pasos de dicha hermandad, que cuenta con un total de tres. El misterio representa uno de los momentos más importantes de las sagradas escrituras, el momento en el que Jesús entrega su cuerpo a sus apóstoles. En este caso, la figura de Jesús fue realizada por Sebastián Santos Rojas, en 1955, que realizó una magnífica talla, en la que podríamos destacar esa mirada perdida al cielo que se aprecia en los ojos de la misma, o esa mano derecha que clama al cielo mientras que la izquierda sujeta el preciado cáliz. Una imagen muy esperada en Sevilla durante la jornada de Domingo de Ramos.

El resto del misterio, fue realizado por otro de los autores más importantes y prestigiosos que podemos encontrar en la semana santa sevillana, Luis Ortega Bru, que realizó al resto de los apóstoles entre 1975 y 1983. Apóstoles que llevan la seña clara de su autor, que expresó a la perfección cada rostro, como esas características barbas onduladas y de cabellos finos y definidos, o imágenes particulares como la de Judas, que aparece en el frontal del paso ocultando la bolsa con las 30 monedas de plata, la de Santiago, que aparece con su descriptiva cruz, la de Pedro, al lado de Jesús o al de San Juan. En cuanto al paso, el misterio está ubicado sobre un canasto en madera, pintado en caoba, y en el que podemos apreciar cartelas que representan los momentos de la pasión de Jesús, unas cartelas que están rodeadas por un marco en pan de oro, que otorga el punto de sutileza que requiere dicho misterio. En cuanto a la iluminación, la hermandad ha ido variando el diseño en los últimos años, y alternan la iluminación de cuatro faroles dorados con cuatro candelabros de guardabrisas, candelabros que estaban en posesión de la hermandad y que han sido recuperados hace poco, y que tienen un aspecto similar a los que podemos ver en el paso del Stmo Cristo de las tres caídas de la hermandad de San Isidoro.  

Es uno de los misterios que más impresiona, debido sobre todo al gran tamaño que tiene, son necesarios 54 costaleros para sacarlo a la calle, por lo que también es de los más pesados, por la gran cantidad de imágenes que se posan sobre él, un total de 13. Y si a todo esto, le sumamos el acompañamiento musical que le precede, se convierte en un paso obligatorio para ver el Domingo de Ramos. La banda de las cigarreras acompaña al misterio de la cena desde hace algunos años, completando así, una especie de banda sonora que hace que podamos asombrarnos aún más al ver el misterio, además de regalarnos esos momentos mágicos que podemos encontrar en la semana santa, momento por ejemplo en el que interpretan la marcha "Al señor de la sagrada cena". Sin duda, todo esto hace que se convierta en un misterio que, obligatoriamente, hay que ver.

Aquí podemos ver el misterio por las calles de Sevilla el Domingo de Ramos



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